CUAUHTEMOC, EL JOVEN ABUELO

Mtra. Isabel Quevedo Plascencia



Cuauhtemoc, Joven Abuelo



Maestra Isabel Quevedo Plasencia, Directora de la Universidad Náhuatl, CALMECAC, Mascarones, S.C.

Síntesis de Manuel G. Zariñana, Graficas de Odette Cid

   La Maestra Isabel Quevedo Plasencia, Directora de la Universidad Náhuatl de Cuernavaca, invitada como Orador Huésped al GEM, Grupo Empresarial Morelos que preside el Arquitecto Miguel Ángel Betanzos,

Importantes Socios GEM

reunidos en sesión itinerante en las instalaciones de “Ancianos y sus Amigos”, que dirige el Medico Gerontólogo y Geriatra, Maximino Celis, expuso ante los empresarios en su sesión desayuno del miércoles 2 de febrero, Día de la Candelaria, el tema “Cuauhtémoc, el joven abuelo”.  

   Dio a conocer Isabel Quevedo la esencia alrededor del “único héroe a la altura del arte”, como lo llamó Ramón López Velarde, a Cuauhtémoc en su más famoso que conocido poema épico titulado “Suave Patria”.

   Cada año el 23 de febrero, (desde el año 1,501, cuenta tolteca), se celebra en Ichacateopan, Guerrero, México,  el natalicio de Cuauhtémoc, el Joven Abuelo con danza, temascales, emotivos discursos, con danzas de los voladores de Papantla, Azteca, chichimeca y Danza del Sol.

   Esta fecha al parecer corresponde a la correlación de la cuenta tolteca con la cuenta juliana que utilizaban los españoles cuando llegaron a Anáhuac. 



 Izquierda, Marinela Gandara, Uriel Carmona, Rafael Aramburu
Isabel Quevedo, Miguel A. Betanzos, Rafael Aponte y Rosita



   Dijo Isabel Quevedo que: “nuestro abuelo, tiene triple identidad, como tepeyollohtli, “Corazón de montaña”.



   Cuauhtémoc, “descendió águila” nombre que describía la identidad necesaria para asumir y cumplir su misión histórica de manera cabal.



Importantes Socios GEM



   En la concepción Anahuaca, cada día, el sol nace como colibrí, a media mañana se hace guacamaya, al medio día se hace águila y se oculta como águila.



   Desde el día de su nacimiento, Cuauhtémoc supo la esencia de su misión y el mensaje que nos dejó es contundente, reitera la Maestra Isabel Quevedo: “Cuidar que nuestra escritura y nuestra cosmopercepciòn se cosechen”.